Sumário
No me gusta mucho hacer listas para llamar la atención del lector, pero en este caso creo que es bastante válido. Últimamente se habla mucho de cambios de comportamiento del shopper y del consumidor. Muchos piensan que este tipo de cambios comportamentales tienen que ver con la crisis, pero suelo cuestionar estas “verdades absolutas”.
Entre mis amigos percibí que viene sucediendo un movimiento de reevaluación de gastos y predilección por una mejor calidad de vida. Tengo algunos ejemplos próximos de personas que optaron por desacelerar: disminuir la carga horaria de trabajo, ganar un poco menos para poder quedarse más en casa, con la familia, o hasta para poder tener un poco más de tiempo libre y cuidar de la salud.
También he frecuentado muchas conferencias y ferias en Brasil y oído sobre la experiencia y cómo el consumidor puede ser el embajador de una marca. Pensando en esto, resolví enumerar tendencias apuntadas en diferentes momentos, pero que también simbolizan bastante cómo veo el contexto actual y este movimiento de cambio que vengo observando:
CONSUMO CONSCIENTE
Esta es una expresión que está de moda y me arriesgo a decir que tiene todo para llegar como una obligación a la industria, no solamente de la moda, sino también en los bienes perecederos. Un ejemplo es el movimiento Fashion Revolution Day, que levanta la cuestión de que la industria textil es la segunda que más contamina del mundo, perdiendo apenas para la industria petroquímica.
Este movimiento ha abierto los ojos de las personas y haciendo con que los consumidores cuestionen de dónde vienen los productos, quién los fabrica y si están relacionados a algún tipo de trabajo análogo a la esclavitud.
Un ejemplo de imagen manchada fue la del gigante Zara, que fue investigada por el Ministerio de Trabajo y Empleo por esclavizar personas en la producción y manufactura de las prendas.
Peor que estar envuelta con la explotación de mano de obra, quedó la mancha en el nombre de la empresa después del escándalo.Por eso el concepto de Comercio Justo (Fair Trade) ha sido estimulado y buscado por jóvenes y, principalmente por los millennials. Por lo menos es lo que destacan los estudios hechos sobre esta nueva clase social.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE
Ya apuntamos a este cambio en la lectura de los estudios de Nielsen que hicimos para el Club, en que, haciendo una radiografía del brasileño, los números apuntan que casi el 80% pasaron a optar por comidas más saludables. Pero este número también es percibido en las calles, cuando vemos el crecimiento de los restaurantes con enfoque en comidas saludables y menos industrializadas.
Para reflejar sobre este movimiento, basta pesquisar un poco sobre quiénes son las nuevas celebridades en internet. Una de ellas es la presentadora Bela Gil, que es famosa por elegir alimentos coloridos en los platos saludables que prepara.
Bela también usa el aplicativo Instagram para dar consejos a los internautas de cuáles son las frutas y verduras de las mejores épocas del año y también recetas rápidas. No es por nada que su red social ya cuenta con más de 800.000 seguidores.
Entonces, si es del ramo alimenticio y está pensando en las estrategias para conseguir comunicarse mejor con el consumidor, perciba que no basta comunicar, es preciso hacerle entender los motivos por los que precisa consumir. Y es en este momento que seguimos para el próximo tópico. Vale conferir las tendencias de food service y la proyección del sector en el mercado.
ÉTICA Y TRANSPARENCIA
Esas dos palabritas deberían ser el mantra de cualquier empresa. Digo esto pues solo así los consumidores, shoppers y todos los otros stakeholders podrán sentirse parte de la operación. Y tratándose de trade, hago una alerta en especial. Si no eres transparente sobre las estrategias, no funciona. La empresa precisa estar estratégicamente alineada, si no es así, no funciona.
Como una cosa depende de la otra, sin transparencia, la ética comienza a ser cuestionada. Sea transparente, reflexione sobre su operación y establezca reglas. Es en el detalle que vive el peligro, por esto, deja siempre en el radar cuáles son los caminos que quieres seguir y cómo quieres ser visto por el shopper y el consumidor.
¿Quieres un ejemplo?
Vamos a usar un caso más de la industria de la moda. La cantante y compositora Beyoncé se convirtió en un icono pop no solo por su música, que arrasan en el mainstream, sino también por promover empoderamiento femenino y discusión sobre preconcepto racial.
Recientemente Beyoncé lanzó una marca de ropas dirigidas a línea fitness, que junto con la fuerza del nombre, ganó también fuerza de los medios a causa de las acusaciones de utilización de mano de obra esclava.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? No queda bien una figura pública que actúa como activista de causas sociales y explota mano de obra esclava,
¿no? Todo el problema es que a pesar de las acusaciones fueron refutadas por la subcontrata de la marca, la principal figura no se posicionó sobre el asunto.
O sea, la marca Beyoncé hasta puede ser ética, pero esta ética queda cuestionada por su falta de transparencia.
EMPATÍA
Me arriesgo a decir que la empatía es la palabra de esta generación. Transforma la relación entre las personas y permite el diálogo real en la que el intercambio de conocimiento sucede. Solo con la empatía se puede establecer una conversación franca con el consumidor y entender con quién está hablando (y crear un lazo contigo – como marca).
La empatía puede ser una forma de estrategia para los momentos en los que se necesita dar una respuesta al consumidor. También es un ejercicio y necesita paciencia. Tanto tuya como de quien está al otro lado. Cito el ejemplo del gigante Samsung, que hizo un bellísimo ejercicio de empatía que se hizo viral en las redes sociales:
Sé que en este compilado tenemos apenas cuatro tópicos. La idea aquí es hacer una reflexión sobre los primeros. ¡A lo largo de la semana hablaremos de las otras tres tendencias!